Resumen realizado por J. López Torrecilla, miembro del Comité Científico de Fundación QUAES. Noticia basada en el artículo “2025 Concise Clinical Guidance: An ACC Expert Consensus Statement on Adult Immunizations as Part of Cardiovascular Care: A Report of the American College of Cardiology Solution Set Oversight Committee” publicado por Paul A. Heidenreich y colaboradores en JACC, el 26/08/2025.
https://www.jacc.org/doi/10.1016/j.jacc.2025.07.003
La Sociedad Americana de Cardiología (ACC) ha publicado recientemente en el JACC (https://doi.org/10.1016/j.jacc.2025.07.003) nuevas directrices que subrayan algo que podría sorprender a muchos: las vacunas no solo previenen infecciones respiratorias, sino que también protegen directamente el corazón. Esta recomendación marca un cambio importante en cómo entendemos la prevención cardiovascular.
El corazón órgano vulnerable en las infecciones
Las personas con enfermedades cardíacas se enfrentan a un riesgo significativo mayor cuando contraen infecciones respiratorias. Los datos son contundentes: la gripe multiplica por seis el riesgo de sufrir un infarto agudo de miocardio. Esto ocurre porque las infecciones virales desencadenan procesos inflamatorios que pueden desestabilizar las placas de ateroma en las arterias coronarias, provocando coágulos y obstrucciones.
El COVID-19 ha demostrado ser particularmente peligroso para quienes padecen problemas cardíacos, con una probabilidad tres veces mayor de desarrollar formas graves de la enfermedad. Durante la pandemia, la esperanza de vida en Estados Unidos se redujo 2,7 años, siendo aún más pronunciada esta disminución entre personas con cardiopatías.
La neumonía por neumococo produce 225.000 hospitalizaciones en USA, dando lugar a una tasa de mortalidad del 10%-20%, dependiendo de la edad, estando claramente establecido una asociación entre ella y mayor riesgo de eventos cardiovasculares agudos.
El virus respiratorio sincitial produce en adultos entre 60.000 y 160.000 hospitalizaciones y 6.000 a 10.000 muertes en mayores de 65 años. Las personas con mayor riesgo son los que tienen insuficiencia cardíaca congestiva, enfermedad coronaria, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, diabetes y las que viven en residencias.
La infección por herpes zóster induce un estado inflamatorio con mayor riesgo de accidente cerebrovascular e infarto de miocardio. Además, las personas con enfermedades cardiovasculares tienen más probabilidades de tener infección por herpes zóster y múltiples estudios observacionales han encontrado una reducción de eventos cardiovasculares entre pacientes vacunados contra el herpes zóster.
Las vacunas como medicina cardiovascular
La evidencia científica demuestra que la vacunación funciona como un verdadero medicamento para el corazón. Un metaanálisis que incluyó más de 6.700 personas reveló que quienes recibieron la vacuna contra la gripe tuvieron un 36% menos riesgo de eventos cardiovasculares graves, incluyendo infartos, hospitalizaciones por insuficiencia cardíaca y procedimientos de revascularización coronaria urgentes.
El documento establece recomendaciones específicas para cinco vacunas clave:
La gripe: Recomendada anualmente para todas las personas mayores de 6 meses. Los mayores de 65 años deben recibir formulaciones reforzadas debido a la respuesta inmune reducida con la edad.
Neumococo: Una sola vacunación con las nuevas formulaciones PCV20 o PCV21 para adultos mayores de 19 años con enfermedades cardíacas. Esta bacteria causa neumonía y otras infecciones graves que pueden desencadenar eventos cardiovasculares.
COVID-19: Vacunación inicial y refuerzo anual con las formulaciones actualizadas. Los mayores de 65 años o con inmunodeficiencias requieren dos dosis anuales.
Virus respiratorio sincicial (VRS): Una dosis única para adultos mayores de 60 años o entre 50-74 años con condiciones médicas crónicas.
Herpes zóster: Dos dosis separadas por 2-6 meses para mayores de 50 años. Estudios recientes muestran que esta vacuna reduce el riesgo de infarto, ictus e insuficiencia cardíaca durante ocho años.
Seguridad y efectos adversos
Las vacunas presentan un perfil de seguridad excelente. Los efectos secundarios graves son extraordinariamente raros. Por ejemplo, la miocarditis asociada a las vacunas de ARN mensajero contra COVID-19 ocurre en 1 a 19 casos por millón, principalmente en hombres jóvenes, y casi siempre se resuelve completamente. En contraste, la miocarditis causada por la infección natural es más grave y frecuente.
El síndrome de Guillain-Barré, aunque preocupante, se presenta en solo 1-2 casos por millón de dosis de vacuna contra la gripe, un riesgo mínimo comparado con los beneficios cardiovasculares.
Barreras y soluciones
A pesar de las recomendaciones, las tasas de vacunación permanecen subóptimas. Solo el 30% de los médicos de atención primaria en USA evalúan rutinariamente el estado vacunal de sus pacientes adultos. Los cardiólogos tienen una oportunidad única, ya que muchos pacientes confían más en discutir su plan de tratamiento integral con el especialista que trata su corazón.
La comunicación efectiva es clave para superar la reticencia a la vacunación. Los mensajes que enfatizan los beneficios cardiovasculares específicos han demostrado mayor efectividad que los enfoques generales. Estrategias como recordatorios personalizados que indican «su vacuna está reservada» han logrado aumentos significativos en las tasas de vacunación.
Conclusiones
Esta nueva guía representa un cambio paradigmático en la cardiología preventiva. Las vacunas deben considerarse tan importantes como los medicamentos tradicionales para el corazón. La evidencia es clara: vacunarse no solo previene infecciones, sino que constituye una estrategia fundamental de protección cardiovascular.
Para las personas con enfermedades del corazón, mantenerse al día con las vacunas recomendadas puede ser tan vital como tomar la medicación diaria. Es momento de que pacientes y médicos reconozcan las vacunas como lo que realmente son: una herramienta médica esencial para proteger el corazón.
Bibliografía
Paul A. Heidenreich (Chair), Ankeet Bhatt, Noreen T. Nazir, William Schaffner, Orly Vardeny,
Gurusher S. Panjrath (Chair), Katie Bates, Eugene Chung, Megan Coylewright, David M. Dudzinski, Martha Gulati, Robert Hendel, Chayakrit Krittanawong, Barbara Wiggins, PharmD. 2025 Concise Clinical Guidance: An ACC Expert Consensus Statement on Adult Immunizations as Part of Cardiovascular Care. A Report of the American College of Cardiology Solution Set Oversight Committee. J Am Coll Cardiol. (https://doi.org/10.1016/j.jacc.2025.07.003)
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