iSanidad, 16/10/2025
El mayor estudio realizado hasta la fecha confirma que la terapia génica lentiviral ofrece protección inmunitaria duradera y sin complicaciones graves en menores con inmunodeficiencia combinada grave por déficit de adenosina desaminasa (ADA-SCID)
Redacción
Una terapia génica experimental con células madre sanguíneas ha logrado restaurar y mantener la función inmunitaria en 59 de 62 niños diagnosticados con inmunodeficiencia combinada grave por déficit de adenosina desaminasa (ADA-SCID). Se trata de una enfermedad rara que, sin tratamiento, suele provocar la muerte en los primeros dos años de vida. Estos «niños burbuja» se tratan actualmente con un trasplante de médula ósea o con inyecciones que buscan restaurar, en la medida de lo posible, el funcionamiento de esa enzima. La terapia fue eficaz en un 95% de los casos y no produjo complicaciones graves.
El estudio, publicado en el New England Journal of Medicine (NEJM) y liderado por el Dr. Donald Kohn, de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), constituye el seguimiento más amplio y prolongado hasta la fecha de una terapia de este tipo, con 474 años-paciente de datos, incluidos cinco menores que permanecen sanos más de una década después del tratamiento. «La durabilidad de la función inmunitaria, la consistencia a lo largo del tiempo y el perfil de seguridad continuo son sumamente alentadores», afirma el Dr. Donald Kohn.
Sin tratamiento, la ADA-SCID suele ser mortal durante los dos primeros años de vida. Las terapias estándar, trasplante de médula ósea o inyecciones semanales del enzima ADA, presentan riesgos importantes y costes elevados. La nueva estrategia consiste en extraer células madre del propio paciente, corregir el gen defectuoso mediante un vector lentiviral y reinfundirlas, de forma que el sistema inmunitario se regenere y funcione con normalidad.
El tratamiento tuvo éxito en casi todos los casos salvo tres (59 de 62), que pudieron retomar sus terapias habituales. Dos de estos pacientes recibieron trasplantes de médula ósea y uno estaba recibiendo inyecciones de la enzima ADA mientras se preparaba para un trasplante al momento del cierre de los datos.
Además, no se registraron complicaciones graves. Los efectos adversos observados fueron leves o moderados, principalmente asociados a los procedimientos preparatorios. Además, la criopreservación de las células corregidas resultó igual de eficaz que el uso de células frescas, lo que amplía la accesibilidad del tratamiento. «La congelación de las células permite procesarlas en centros especializados y reenviarlas al hospital del paciente, evitando desplazamientos y facilitando el control de calidad», explica la Dra. Katelyn Masiuk, coautora del estudio.
La historia de Eliana
Eliana Nachem, una niña de once años de Fredericksburg (Virginia), lleva hoy una vida normal, algo impensable cuando fue diagnosticada con ADA-SCID a los tres meses de edad. Durante sus primeros meses, vivió en aislamiento médico absoluto, sin poder salir de casa ni tener contacto con el exterior para evitar infecciones. Su familia tuvo que adaptar cada aspecto del hogar: eliminar mascotas, esterilizar alimentos y juguetes, y mantener filtros de aire en funcionamiento constante.
Ante la decisión entre un trasplante de médula ósea o una terapia génica experimental, sus padres eligieron esta última tras conocer los «prometedores resultados» del equipo del Dr. Donald Kohn en la UCLA. En 2014, cuando Eliana tenía diez meses, recibió sus propias células madre corregidas genéticamente, un momento que sus padres describen como su «renacimiento«. Desde entonces, su sistema inmunitario se ha restablecido y puede disfrutar de una infancia plena, libre de las restricciones que marcaron sus primeros años.
Evidencia sólida y cambio de paradigma terapéutico
Para el Dr. Luis Ignacio González Granado, médico especialista en inmunodeficiencias y profesor asociado de pediatría en la Universidad Complutense de Madrid, este trabajo representa «una investigación de extraordinaria relevancia y alta calidad metodológica». Según detalla en declaraciones recogidas por Science Media Centre (SMC) España, «el trabajo demuestra que la terapia génica con vector lentiviral para la deficiencia de ADA es eficaz en el 95% de los pacientes y segura, con baja toxicidad frente a la alternativa actual, el trasplante hematopoyético».
El especialista subraya que «la estabilidad del número de copias del vector en los glóbulos blancos sugiere la corrección de la enfermedad en las células madre, un marcador clave de curación». Además, añade que «la reconstitución sostenida de linfocitos T, B y NK, junto con la independencia de inmunoglobulina en el 98 % de los pacientes y las buenas respuestas vacunales, confirman la efectividad clínica del abordaje».
González Granado considera que «el estudio consolida la terapia génica lentiviral como opción curativa prioritaria y segura para ADA-SCID», y pide que «las agencias reguladoras prioricen su implementación allí donde sea viable, garantizando la sostenibilidad y la seguridad a largo plazo».
Seguridad a largo plazo y eficacia comparable o superior al trasplante
Por su parte, la Dra. África González-Fernández, catedrática de Inmunología de la Universidad de Vigo e investigadora del Instituto de Investigación Galicia Sur (IIS-GS), destaca que el estudio «confirma y amplía la eficacia demostrada previamente, incorporando un seguimiento más largo y un mayor número de pacientes. No se han detectado efectos secundarios graves ni desarrollo de leucemias, y se mantiene la función inmunitaria en todos los pacientes con éxito. Es un trabajo muy completo, con seguimiento superior a siete años», subraya a SMC España.
La inmunóloga valora también la robustez del diseño, al haberse realizado en dos cohortes, una en Estados Unidos y otra en Reino Unido, con resultados consistentes. «No se observan diferencias importantes entre las cohortes, a pesar de que unas partieron de células madre de médula ósea y otras de sangre periférica», puntualiza.
El Dr. Marcos López Hoyos, director científico del Instituto de Investigación Sanitaria Valdecilla (Idival) y profesor de Inmunología de la Universidad de Cantabria, destaca a SMC España que este trabajo «aporta evidencias de la seguridad y eficacia a largo plazo de la terapia génica, que podrían trasladarse a otras enfermedades de base genética».
Según explica, «la supervivencia fue del 100% y el 95% de los pacientes permaneció libre de eventos clínicos, con excelente reconstitución inmunitaria, buena respuesta a las vacunas y sin necesidad de continuar con inmunoglobulinas». Además, indica que las dosis más bajas de quimioterapia mieloablativa reducen los efectos adversos respecto a los trasplantes tradicionales. «El hecho de que las células congeladas sean tan efectivas como las frescas facilita la aplicación del tratamiento sin desplazamientos innecesarios», añade.
Por su parte, el Dr. Pere Soler Palacín, jefe de la Unidad de Inmunodeficiencias del Hospital Infantil Vall d’Hebron de Barcelona, comenta a SMC España que «este estudio completa y refuerza los conocimientos actuales sobre la terapia génica lentiviral en ADA-SCID, situándola como primera opción de tratamiento por delante del trasplante de progenitores hematopoyéticos». No obstante, recuerda que «el riesgo de oncogenicidad por activación clonal deberá seguir evaluándose con seguimiento prolongado», aunque considera que «los resultados actuales son excelentes tanto en eficacia como en seguridad».
El equipo de la UCLA trabaja ya para obtener la aprobación de la FDA en un plazo de dos a tres años, según adelanta el Dr. Kohn. La compañía Rarity PBC ha obtenido la licencia de esta terapia y colabora con la universidad en la producción farmacéutica del tratamiento.
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