El descubrimiento de la hormona antidiabética: Contribuciones pioneras de investigadores europeos. Desvelado el mito de Banting y Best

24 marzo, 2023

Alberto de Leiva Hidalgo
Doctor en Medicina y en Historia de la Ciencia,
Universidad Autónoma de Barcelona

Conviene diferenciar los términos “descubrimiento de la hormona antidiabética” y “descubrimiento de la insulina”. Los investigadores de la Universidad de Toronto (UT) no descubrieron la hormona antidiabética (HAD).

Las aportaciones científicas más relevantes en la historia del descubrimiento de la HAD corresponden a investigadores europeos.

    1. Descubrimiento por Oscar Minkowski del origen pancreático de la diabetes (Estrasburgo, 1889).
    2. Primera experiencia con éxito en la reducción de la glucosuria de perros sometidos a pancreatectomía completa con extractos pancreáticos (EP), administrados por vía intravenosa y/o abdominal por Eugène Gley (Paris, 1900).
    3. Elaboración por Georg L. Zülzer de acomatol (Berlín, 1908), EP ensayado con éxito en perros con diabetes experimental y al menos en seis pacientes con diabetes, aunque con efectos secundarios que impidieron el uso general en la clínica. Zülzer obuvo las primeras patentes (alemana, 1908; inglesa, 1909; norteamericana, 1912).
    4. Elaboración por N.C. Paulescu del EP pancreina (Bucarest, 1916) con amplia demostración experimental de su actividad metabólica antidiabética.
      Factores de índole socio-económica y política relacionados con la Primera Guerra Mundial y el período entreguerras retrasaron el proceso de purificación del EP en Europa.
  1. En 1922, la purificación del EP por James B. Collip y el desarrollo de un proyecto colaborativo (fisiólogos y clínicos) dirigido por John JR Macleod en la UT, hicieron posible en un tiempo record la disponibilidad de la hormona antidiabética para su utilización clínica y salvar con ello millones de vidas.

En 1922 el fisiólogo inglés F. Roberts criticó duramente el primer artículo de Frederick G. Banting y Charles H. Best publicado en febrero de 1922, declarando que “los experimentos estuvieron mal diseñados, mal conducidos y mal interpretados”

La organización médica canadiense consideró pertinente otorgar el máximo crédito a Banting, héroe de guerra herido en Cambrai (Primera Guerra Mundial) relegando al emigrante escocés Macleod, científico tímido y distante. Uno de los amigos de Banting, G.W. Ross, orquestó en 1923 una campaña con el propósito de establecer que el único descubridor de la insulina era Banting. Le ayudaron en esta misión personas de gran influencia académica y política: Sir W. Mulock, vicepresidente de la UT; C.E. Hughes, gobernador del Estado de Nueva York (1907-1910), secretario de Estado (1921-1923), y presidente del Tribunal Supremo de EEUU (1930-1941), e, incluso, W.L. Mackenzie King, Primer Ministro de Canadá (1921-1943). De esta suerte, el nacionalismo canadiense se hizo dueño de la historia del descubrimiento de la insulina, tergiversando la historia.

En 1928, Macleod decidió abandonar Toronto y aceptar la cátedra de Fisiología en Aberdeen, Nunca regresó a Canadá. La UT eligió como catedrático al jovencísimo C.H. Best, para cubrir su vacante. Macleod, enfermo de artritis grave con complicaciones, falleció en Aberdeen en 1935.

Tras la muerte de Banting (1941) en accidente de vuelo para una misión de inteligencia militar en la Inglaterra sitiada de la Segunda Guerra Mundial, la UT consideró lo más efectivo que C.H. Best le sucediera como director del departamento. Había llegado para Best la ocasión única para hacer prosperar una nueva redacción de la historia del descubrimiento de la insulina, llena de medias verdades y falsedades, atribuyéndose el protagonismo exclusivo de la elaboración del EP administrado al primer paciente. Con carácter sociable y amable apariencia, Best contó con el favor y simpatía de académicos muy influyentes (principalmente Henry H. Dale y Robert D. Lawrence en Inglaterra), que colaboraron con Best en la creación de la British Diabetes Association, American Diabetes Association (ADA) y la International Diabetes Federation,

Bliss desveló en 1993 la historia alternativa del descubrimiento de la insulina, inventada por Best. El punto de partida fue la descripción de los hechos por J.J.R. Macleod en 1922, solicitada por Albert. Gooderham, presidente de la Junta de Gobierno de la UT, relato que la universidad no hizo público. Casualmente, el documento se encontró en 1940 entre los papeles de Macleod. El presidente de la UT, Sidney Smith, siguiendo las indicaciones de C.H. Best, había prohibido su En una entrevista con Bliss, el psiquiatra R.H. Cleghorn, no dudó en atribuir a C.H. Best el calificativo de megalómano.

Múltiples organizaciones académicas canadienses, norteamericanas y de otros países aún mantienen las versiones distorsionadas de Banting y Best sobre la historia del descubrimiento de la hormona antidiabética. La documentación actualizada de este extraordinario acontecimiento habla hoy por sí misma y desacredita el mito de Banting y Best.

El descubrimiento de la hormona antidiabética: Contribuciones pioneras de investigadores europeos. Desvelado el mito de Banting y Best - Fundación Quaes

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