Radioterapia FLASH, nueva forma de tratar el cáncer

3 febrero, 2025

 

Dr. José López Torrecilla, Oncólogo Radioterápico. Reflexión basada en la síntesis del artículo: “Los tratamiento ultrarrápidos contra el cáncer que podrían sustituir a la radioterapia convencional”, de David Coix, publicado 22-01-2025 en BBC

https://www.bbc.com/future/article/20250121-the-physics-transforming-cancer

Los equipos actuales de radioterapia ofrecen la posibilidad de un tratamiento preciso y dirigido, que permite administrar los tratamientos en menos tiempo que los aceleradores de hace 10-15 años, sin embargo, una nueva tecnología de radiación en estudio, llamada FLASH, permite administrar el tratamiento a un nivel hasta ahora no alcanzado, al liberar una dosis mucho más alta de radiación en menos de un segundo.

El Laboratorio Europeo de Física de Partículas (CERN), más conocido en el mundo por el desarrolló del Gran Colisionador de Hadrones, un anillo de 27 kilómetros de largo con imanes superconductores capaces de acelerar partículas a una velocidad cercana a la de la luz, cuyo mayor logro fue el descubrimiento en 2012 del bosón de Higgs, la llamada «partícula de Dios«, en los últimos años, ha encontrado un nuevo nicho en el mundo de la radioterapia contra el cáncer.

En el 2014 Marie-Catherine Vozenin, radiobióloga del Hospital Universitario de Ginebra, publicó en la revista Science Translational Medicine (DOI: 10.1126/scitranslmed.3008973) junto a otros colaboradores, un artículo en el que describían un nuevo enfoque en el tratamiento de radioterapia tradicional, al que llamaron Flash. Consistía en administrar radiación a dosis ultraelevadas, con exposiciones de menos de un segundo (una tasa >40 Gy/s, 400 veces más rápida que la radioterapia actual), demostrando que era posible destruir tumores en roedores sin afectar el tejido sano. Su impacto fue inmediato.

Expertos internacionales lo describieron como un avance fundamental, y animó a colegas radiobiólogos de todo el mundo a realizar sus propios experimentos utilizando el método Flash para tratar una amplia variedad de tumores en roedores, animales domésticos y, actualmente, en seres humanos.

El concepto Flash tuvo un eco importante por abordar alguna de las limitaciones de la radioterapia, una de las terapias más comunes contra el cáncer, como es la duración del tratamiento ya que cada sesión de radiación dura de dos a cinco minutos, y que suele fraccionarse la dosis total en 5 a 30 sesiones, durante cuatro a ocho semanas, para mejorar su tolerancia.

En los últimos años, los estudios realizados en animales han demostrado que la técnica Flash permite aumentar considerablemente la cantidad de radiación aplicada a un tumor, al tiempo que minimiza el impacto sobre el tejido sano circundante. En un experimento, ratones de laboratorio sanos a los que se les aplicó dos tandas de radiación mediante Flash, no desarrollaron los efectos secundarios típicos que se esperarían durante la segunda tanda. En otro estudio, los animales con cánceres de cabeza y cuello tratados con Flash experimentaron menos efectos secundarios, tales como una menor alteración en la producción de saliva o dificultad para tragar.

Dr. Billy Loo, profesor de oncología radioterápica que dirige el laboratorio Flash en la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford (USA) comenta que «La radiación Flash produce menos daño en el tejido normal que la radiación convencional, sin comprometer la eficacia antitumoral, lo que podría ser un punto de inflexión».

En la actualidad, se están realizando ya ensayos en humanos en todo el mundo. El Hospital Infantil de Cincinnati, en Ohio (EE. UU.), tiene un estudio en fase inicial en niños con cáncer metastásico en los huesos del tórax (administran una dosis única de 8 Gy sobre la lesión ósea con una tasa de >40Gy/s). Mientras tanto, los oncólogos del Hospital Universitario de Lausana (Suiza) están llevando a cabo un ensayo fase 2 en tumores de piel (epidermoides y basocelulares), donde quieren afinar detalles como, la dosis óptima, la eficacia del tratamiento y si existen efectos secundarios en los pacientes.

Pero la siguiente fase de la investigación no consiste únicamente en comprobar si Flash funciona en personas, sino también identificar qué tipo de radiación es la mejor para producir está técnica. Existen diferentes formas de administrar radioterapia, desde iones de carbono, protones, fotones o electrones, cada una con diferentes aplicaciones. Hasta ahora, los protones han sido la partícula elegida para los ensayos de Flash en humanos, tanto porque pueden penetrar hasta 30 cm en el cuerpo, lo que les permite llegar a órganos internos relativamente profundos, como porque los equipos de radioterapia de protones existentes pueden adaptarse con relativa facilidad para administrar dosis tipo Flash. Hay que destacar aquí que en España se están implantando 11 nuevas unidades de protonterapia en el sistema público, 10 de las cuales han sido donadas por la Fundación Amancio Ortega, que podrían administrar esta técnica de irradiación.

En 2020, el Centro Médico de la Universidad de Cincinnati realizó el primer ensayo clínico de radioterapia con protones Flash en pacientes cuyo cáncer primario había producido metástasis en los huesos. Los primeros resultados sugirieron que el tratamiento era tan eficaz como la radioterapia convencional y que la incidencia de eventos adversos era similar. Ahora, los oncólogos radioterápicos de la Facultad de Medicina Perelman de la Universidad de Pensilvania esperan lanzar su propio ensayo a finales de este año en pacientes con cáncer de cabeza y cuello recurrente. «Se trata de pacientes que tienen pocas opciones, ya que sus tumores no se pueden extirpar mediante cirugía», afirma Alexander Lin, profesor de oncología radioterápica de la Universidad de Pensilvania, que dirigirá el ensayo propuesto. «Someterse a otro ciclo de radioterapia estándar podría provocar efectos secundarios peligrosos, como fracturas de mandíbula, heridas en la boca e incluso daños potencialmente fatales en la arteria carótida. Creemos que el protón Flash será menos tóxico».

En la actualidad un consorcio formado por el CERN, el Centro Hospitalario de la Universidad Vaudois (CHUV) y la empresa THERYQ están trabajando en el desarrollo de un equipo de producción de radioterapia FLASH con electrones de alta energía de tamaño semejante a los aceleradores de radioterapia convencionales, lo que permitiría una mayor utilización de esta técnica. «Si podemos conseguir una máquina de tamaño normal que quepa en todos los búnkeres de los hospitales del mundo y que pueda administrar Flash, los países podrán tratar a muchos más pacientes», afirma Durham Faivre (H.U. Ginebra). Muchos expertos creen que esto también traería importantes beneficios en términos de ahorro de costos, además de suponer una mejora potencialmente enorme para la calidad de vida de los pacientes.

Fotos: istock

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