Nature News 29 de octubre.
La fluvoxamina, un fármaco utilizado para el tratamiento de la depresión y los trastornos obsesivo-compulsivos, cuando se administra en los estadios iniciales del COIVID-19, disminuye en un 90% las muertes por COVID y en un 65% los ingresos en Cuidados Intensivos. Podría ser un tratamiento de elección en pacientes de alto riesgo o en aquellos que no están vacunados ni reciben tratamiento con anticuerpos monoclonales.
La fluvoxamina disminuye las respuestas inmunes y a través de este mecanismo puede mediar sus efectos beneficiosos en el COVID. Los autores de este trabajo habían leído un trabajo de 2019 en el que se afirmaba que la fluvoxamina disminuía la inflación inducida por la sepsis en ratones. Basándose en esos datos los autores estudiaron la evolución de un grupo de 1497 pacientes con COVID la mitad de ellos tratados con fluvoxamina y la otra mitad con placebo.
La fluvoxamina es un fármaco disponible y barato. Un tratamiento de 10 días de duración, como el que se aplicaría en el COVID, tiene un coste aproximado de US$4. La patente ha caducado y cualquier empresa podría fabricarlo. El bajo coste permitiría utilizarlo ampliamente en África y en los países del tercer mundo.
La fluvoxamina podría combinarse con antivirales, como el molnupiravir. Sería interesante combinar los efectos de un antiviral y un antiinflamatorio.
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