Alerta sobre el aumento de los ingresos hospitalarios en adolescentes con trastornos mentales en las dos últimas décadas

20 enero, 2025

Dra. Concha López
Catedrática de Biología Celular de la facultad de Medicina y Odontología de la Universitat de València y miembro del Comité Científico de Fundación QUAES

Los trastornos mentales representan una carga de salud grande y creciente en todo el mundo. Investigadores de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) y del centro de Investigación Biomédica en Red en Salud Mental (CIBERSAM) de Madrid han llevado a cabo la mayor investigación realizada en nuestro país sobre esta causa y revelan que el aumento de hospitalizaciones entre los 11 y 18 años por trastornos psiquiátricos ha sido constante desde el año 2000, pasando del 3,9 al 9,5 % en 2021. En ese periodo, la edad media disminuyó de los 17 a los 15 años. Los resultados han sido publicados en European Child Adolescent Psychiatry (2024) (Soriano, V. et al. ‘Hospital admissions in adolescents with mental disorders in Spain over the last two decades: a mental health crisis?’. European Child Adolescent Psychiatry (2024) (x doi: 10.1007/s00787-024-02543-2))

El objeto del estudio es caracterizar el espectro de los trastornos mentales y las tendencias a lo largo del tiempo en los adolescentes españoles, de forma que sea posible desarrollar políticas educativas y estrategias preventivas en las escuelas.

Se presenta un estudio retrospectivo de todas las hospitalizaciones en España en adolescentes de 11 a 18 años, incluyendo trastornos mentales como diagnóstico, utilizando el Registro Nacional de Altas Hospitalarias de España. La información se recuperó de 2000 a 2021. Durante el período de estudio de 22 años hubo 2.015.589 hospitalizaciones en adolescentes en España, de las cuales 118.609 (5,9%) tenían trastornos mentales. La tasa de diagnósticos psiquiátricos aumentó significativamente del 3,9% en 2000 al 9,5% en 2021. Las mujeres representaron el 55,1% de los ingresos. La edad media al ingreso disminuyó de 17 a 15 años de 2000 a 2021. La estancia hospitalaria media fue de 10,6 días. La mortalidad hospitalaria media fue del 0,24%.

Por orden de frecuencia, los diagnósticos fueron: trastornos por consumo de sustancias (SUD) (40%) > trastornos de la alimentación (15%) > ansiedad/trastorno de estrés postraumático (TEPT) (13%) > trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) (9%) > depresión mayor (8%) > esquizofrenia/psicosis (6%) > trastorno del espectro autista (TEA) (6%) > trastorno del sueño (3%) > conducta suicida (2%) > trastornos sexuales (1%).

Se observó una dicotomía de género significativa, con predominio femenino de los trastornos internalizantes (es decir, ansiedad, depresión, conducta suicida y trastornos de la alimentación), mientras que los trastornos externalizantes (es decir, SUD, TDAH, TEA, esquizofrenia y otras psicosis) predominaron en los varones.

La conducta suicida y el sexo masculino fueron predictores independientes de muerte hospitalaria en el análisis multivariado. Las chicas representaban el 73,4 % de estos ingresos, aunque la mortalidad hospitalaria fue más frecuente en los chicos. La edad media de los ingresos por esta causa se situó en los 16 años. Los datos mostraron que las entradas al hospital por conducta suicida se multiplicaron por cuatro durante la última década.

Tras el primer año de pandemia de COVID-19, las hospitalizaciones por trastornos mentales en adolescentes aumentaron un 51% en 2021. Existe una creciente crisis de salud mental entre los adolescentes en España. Aunque la pandemia de COVID-19 ha puesto de manifiesto la alta tasa y gravedad de los trastornos psiquiátricos entre los jóvenes, se ha producido un aumento constante desde principios del milenio. Las estrategias de prevención primaria deben adaptarse a los trastornos mentales específicos y más prevalentes en los adolescentes.

“Los datos que arroja nuestra investigación son la punta del iceberg con respecto a la carga de enfermedades mentales en los adolescentes en España”, afirma Vicente Soriano, primer firmante del trabajo. “Aun siendo muchos, no recogen los trastornos psiquiátricos sin diagnosticar o aquellos que no requieren ingreso hospitalario”.

Imágenes: Pexels

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