Hacia el desarrollo de tratamientos inmunológicos contra la fibrosis y la insuficiencia cardiaca

20 enero, 2025

En la revista Circulation Research se han publicado dos artículos relacionados, con el desarrollo de vacunas dirigidas a controlar la fibrosis cardiaca (https://doi.org/10.1161/CIRCRESAHA.124.325017) y a prevenir la progresión de la insuficiencia cardiaca (https://doi.org/10.1161/CIRCRESAHA.124.324999).
Tal como se comenta en la editorial publicada en el mismo número de la revista, dedicada a la vacunación contra la proteína activadora de fibroblastos, la fibrosis intersticial se desarrolla en diversas enfermedades como la hipertensión arterial, la diabetes o la obesidad y también durante el envejecimiento, formando parte de los procesos que conducen a la disfunción ventricular. El grado de fibrosis se relaciona con la morbi-mortalidad de los pacientes y su control puede disminuir las consecuencias adversas asociadas a este proceso.

En el artículo publicado por Yoshida S et al (Universidad de Osaka, Japón) han utilizado un modelo crónico de estrés miocárdico en ratones para analizar si la aplicación de una vacuna contra la proteína de activación de los fibroblastos podría reducir la fibrosis cardiaca. Los miofibroblastos son células implicadas en la respuesta crónica y en la inducción de la fibrosis cardíaca. Los investigadores administraron una vacuna contra esta proteína, confirmaron la elevación de los títulos de anticuerpos contra este factor y después generaron hipertensión mediante la administración de angiotensina II y fenilefrina durante 28 días. Tras este periodo de tiempo evaluaron el grado de fibrosis y la cantidad de fibroblastos en el tejido cardiaco. Observaron que la fibrosis había disminuido de manera significativa en el grupo vacunado, en comparación con un grupo control no vacunado y en el que también se había inducido hipertensión.

También comprobaron que la acumulación de células positivas para la proteína de activación de fibroblastos había disminuido en el grupo vacunado, utilizando para ellos técnicas inmunohistoquímicas. No encontraron signos de inflamación relacionada con fenómenos de citotoxicidad y tampoco efectos adversos en modelos de infarto de miocardio o de lesiones cutáneas, en los que la activación transitoria de miofibroblastos juega un papel importante en los procesos de reparación tisular. Por ello concluyeron que la vacuna utilizada en el modelo experimental puede llegar a convertirse en una herramienta terapéutica para controlar la fibrosis y con ello la disfunción cardíaca.
En el mismo número de la revista se ha publicado el artículo de Martini E et al (Universidad Humanitas de Milán, Italia). Los autores exponen que la insuficiencia cardíaca se asocia a inflamación y que, en la insuficiencia cardiaca inducida por sobrecarga de presión se desencadena una inmunidad adaptativa, cuya supresión o inhibición puede detener la progresión de la enfermedad. Este tipo de insuficiencia cardiaca podría reunir los criterios de los procesos autoinmunes, en los que la respuesta inmune asociada participaría en su desarrollo. Por este motivo consideraron que debería ser posible identificar las sustancia (autoantígenos) que impulsan la respuesta autoinmune.

Los resultados del estudio mostraron que la insuficiencia cardiaca por sobrecarga de presión originada mediante constricción de la aorta cumplía parcialmente los criterios de enfermedad autoinmune. Identificaron nuevos autoantígenos cardíacos y, para validar si eran capaces de inducir enfermedad in vivo, los administraron a ratones sanos y evaluaron sus efectos sobre la función cardíaca, comprobando que podían provocar disfunción. Este efecto se asoció a la producción de anticuerpos específicos y a la activación de células inflamatorias.

También comprobaron que los nuevos antígenos, administrados en un protocolo de vacunación oral para desarrollar tolerancia a dichos antígenos, redujeron de forma preventiva la gravedad de la insuficiencia cardiaca desencadenada por la sobrecarga de presión. Los autores de este trabajo experimental concluyeron que la insuficiencia cardiaca desencadenada por sobrecarga hemodinámica da lugar a una respuesta de tipo autoinmune contra antígenos cardíacos y que éstos se pueden utilizar para reducir la gravedad de la futura enfermedad mediante la vacunación oral preventiva.

Fuentes:

– Yoshida S et al. A Vaccine Against Fibroblast Activation Protein Improves Murine Cardiac Fibrosis by Preventing the Accumulation of Myofibroblasts. Circ Res. 2025 Jan 3;136(1):26-40. doi: 10.1161/CIRCRESAHA.124.325017. Epub 2024 Dec 4. PMID: 39629565.
https://doi.org/10.1161/CIRCRESAHA.124.325017.

– Martini E et al. Autoimmune-Like Mechanism in Heart Failure Enables Preventive Vaccine Therapy. Circ Res. 2025 Jan 3;136(1):4-25. doi: 10.1161/CIRCRESAHA.124.324999. Epub 2024 Dec 4. PMID: 39629560. DOI: 10.1161/CIRCRESAHA.124.324999. https://doi.org/10.1161/CIRCRESAHA.124.324999.

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