Desde 1975 hasta 2020, los avances en la prevención, el cribado (detección temprana) y el tratamiento del cáncer han evitado aproximadamente 5,94 millones de muertes en Estados Unidos. Así lo revela un estudio publicado en JAMA Oncology 2025; 11(2):162-167 (10.1001/jamaoncol.2024.5381), que analiza el impacto de estas intervenciones en cinco tipos de cáncer: mama, cérvix, colorrectal, pulmón y próstata.
Los resultados son contundentes: 8 de cada 10 muertes evitadas fueron gracias a la prevención y el cribado. Sin embargo, la contribución de cada estrategia varía según el tipo de cáncer.
¿Qué estrategias han funcionado mejor?
El estudio utilizó modelos matemáticos basados en datos de la población estadounidense para cuantificar el impacto de distintas intervenciones. Se consideraron tres factores principales:
- Prevención primaria, como la reducción del tabaquismo.
- Cribado, ya sea eliminando lesiones precancerosas (como pólipos en el colon) o detectando el cáncer en etapas tempranas.
- Tratamiento, incluyendo avances en cirugía, quimioterapia, radioterapia e inmunoterapia.
¿Cuál ha sido el impacto de la prevención y el cribado?
- El cáncer de pulmón lidera en vidas salvadas, con 3,45 millones de muertes evitadas. Casi el 98% de estas fueron gracias a la reducción del tabaquismo, demostrando el impacto de las políticas antitabaco.
- En el cáncer de mama, el cribado con mamografías evitó el 25% de las muertes.
- El cáncer de cérvix es un caso especial: el 100% de las muertes evitadas se atribuyen al cribado con citologías y pruebas de VPH, ya que el tratamiento avanzó poco en este periodo.
- Para el cáncer colorrectal, el 79% de las muertes evitadas se lograron con cribado y eliminación de pólipos precancerosos.
- En el cáncer de próstata, el cribado con PSA contribuyó al 56% de las muertes evitadas.
¿Cuál ha sido el impacto del tratamiento?
Según el artículo, los avances en el tratamiento han mejorado la supervivencia, aunque su impacto varía según el tipo de cáncer. En general, el tratamiento ha evitado aproximadamente 1,2 millones de muertes, representando el 20% de todas las vidas salvadas en la lucha contra el cáncer entre 1975 y 2020. El impacto en los diferentes canceres ha sido:
- Cáncer de mama: Es el tipo donde los avances terapéuticos han tenido el mayor impacto. Aproximadamente el 75% de las muertes evitadas en este cáncer se deben a mejoras en los tratamientos.
- Cáncer colorrectal: Aquí, el 21% de las muertes evitadas se atribuyen al tratamiento.
- Cáncer de pulmón: Solo el 2% de las muertes evitadas se deben a tratamientos, ya que la reducción del tabaquismo fue el principal factor de prevención. Sin embargo, desde 2014, se ha observado un mayor impacto gracias a las Terapias dirigidas para mutaciones específicas y a la Inmunoterapia.
- Cáncer de próstata: El 44% de las muertes evitadas se deben a avances en tratamiento (cirugía, radioterapia y hormonoterapia).
- Cáncer de cérvix: El estudio señala que el tratamiento ha tenido un impacto mínimo en la supervivencia, ya que la detección temprana mediante citologías y pruebas de VPH ha sido la principal estrategia para reducir la mortalidad.
Lecciones para el futuro
A pesar de estos logros, el estudio advierte que el progreso se ha desacelerado en los últimos años. Para alcanzar la ambiciosa meta del «Cancer Moonshot» (“disparo a la luna”, apostar por lo inimaginable y conseguir un éxito estratosférico) iniciativa propuesta por el National Cáncer Institute en 2016 que pretende reducir la mortalidad en un 50% en los próximos 25 años, será crucial:
- Ampliar la cobertura de cribado en poblaciones vulnerables.
- Impulsar la vacunación contra el VPH, que aún no ha alcanzado su máximo impacto en la reducción del cáncer de cérvix.
- Promover estrategias de prevención, como el control del tabaquismo y hábitos saludables.
- Fomentar nuevos avances terapéuticos, especialmente en cánceres con menos opciones de detección temprana, como páncreas y ovario.
En conclusión, aunque el estudio está basado en datos de EE.UU. y modelos matemáticos, que pueden no reflejar la realidad de otros países, con diferentes sistemas de salud, accesibilidad a tratamientos y patrones de cribado, el estudio refleja tendencias generales que refuerza el mensaje que “prevenir y detectar a tiempo salva más vidas que tratar tarde”. Por tanto, aunque el tratamiento ha avanzado, especialmente en cáncer de mama, la clave para reducir la mortalidad sigue estando en la prevención y el cribado.
Katrina A. B. Goddard, PhD; Eric J. Feuer, PhD; Jeanne S. Mandelblatt, MD, MPH; Rafael Meza, PhD; Theodore R. Holford, PhD; Jihyoun Jeon, PhD; Iris Lansdorp-Vogelaar, PhD; Roman Gulati, MS; Natasha K. Stout, PhD; Nadia Howlader, PhD; Amy B. Knudsen, PhD; Daniel Miller, BA; Jennifer L. Caswell-Jin, MD; Clyde B. Schechter, MD; Ruth Etzioni, PhD; Amy Trentham-Dietz, PhD; AllisonW. Kurian, MD, MSc; Sylvia K. Plevritis, PhD; John M. Hampton, MS; Sarah Stein, PhD; Liyang P. Sun, MS; Asad Umar, DVM, PhD; Philip E. Castle, PhD. Estimation of Cancer Deaths Averted From Prevention, Screening, and Treatment Efforts, 1975-2020. JAMA Oncology 2025; 11(2):162-167. (10.1001/jamaoncol.2024.5381)