Dr. Leandro Reina
Facultativo Especialista en Urología.
Presidente de la Asociación Murciana de Urología.
La micción es una función del tracto urinario inferior mediante la que se consigue el vaciado de la orina, cuando la vejiga ha llegado a su capacidad fisiológica y los condicionamientos sociales y el lugar son adecuados. En el proceso de la micción hay dos fases claramente diferenciadas: la de llenado y la de vaciado vesical.
La incontinencia urinaria (IU), según la International Continence Society (ICS), es cualquier pérdida involuntaria de orina que supone un problema social o higiénico. Se estima que afecta a más de 36 millones de personas en la Unión Europea, aumentando con la edad. Es más prevalente en mujeres, aunque tiende a igualarse en ambos sexos a partir de los 80 años; sin embargo, no debemos aceptar que sea una condición normal del envejecimiento. También afecta a jóvenes y niños.
La incontinencia urinaria tiene como consecuencia un notable impacto negativo en la calidad de vida, produciendo una modificación del comportamiento social y una estigmatización, perjuicios económicos, diversas enfermedades e inestabilidad psicológica.
La ICS propone la siguiente clasificación desde un punto de vista sintomático:
- La IU de esfuerzo es la pérdida involuntaria de orina asociada a cualquier esfuerzo físico que provoca un aumento de la presión abdominal, como pueden ser reír, toser, correr o andar.
- La IU de urgencia es la pérdida involuntaria de orina acompañada o precedida de una sensación incómoda de urgencia. La persona percibirá un deseo imperioso y súbito de orinar, difícil de demorar y con un posible escape urinario asociado.
- La IU mixta se trata de un tipo de incontinencia que asocia urgencia miccional y también incontinencia urinaria de esfuerzo.
- La IU neurógena se produce debido a una alteración del sistema nervioso que controla el mecanismo reflejo de la micción, como una lesión de médula espinal o un accidente cerebrovascular.
- La IU continua es la pérdida involuntaria y continua de orina que puede deberse a una situación anatómica anómala como una desembocadura ectópica de un uréter en la vulva o una comunicación anómala entre órganos.
- La Enuresis Nocturna es cualquier pérdida involuntaria de orina durante el período de sueño.
- La IU transitoria es aquella que se desarrolla de manera autolimitada en un espacio de tiempo determinado, en muchas ocasiones secundarias a una serie específica de fármacos.
- La IU por rebosamiento suele ser debida a una obstrucción del tracto urinario inferior y esto provocará una retención de orina mantenida en el tiempo.
- La IU funcional se produce en pacientes cuyo aparato urinario no tiene alteración orgánica, pero que debido a trastornos físicos (movilidad reducida), cognitivos como la demencia, arquitecturales como barreras arquitectónicas en pacientes con movilidad reducida o al uso de determinados medicamentos que estimulan una mayor producción de orina.
- Otros tipos de incontinencia urinaria son la climacturia (IU durante el orgasmo), la giggle incontinence (con la risa) o el goteo postmiccional.
No existe una única causa de la incontinencia urinaria, pero hay determinados factores que pueden detonantes:
- El embarazo y el parto pueden alterar la funcionalidad del suelo pélvico y con ello incontinencia urinaria.
- Las alteraciones hormonales propias de la menopausia también modifican los tejidos del suelo pélvico y podrían provocar disfunción de suelo pélvico y de manera secundaria IU.
- El sobrepeso y la obesidad son uno de los factores de riesgo más importantes asociados, debilitando el correcto funcionamiento del suelo pélvico.
- El tabaco también se ha asociado a incontinencia urinaria.
- El estreñimiento aumenta la fuerza de defecación y por tanto presenta riesgo de debilitar el suelo pélvico de manera secundaria.
- La tos crónica puede someter el suelo pélvico a esfuerzos constantes siendo por tanto una causa de IU.
- La cirugía pélvica ginecológica, urológica o coloproctológica pueden provocar daños en el aparato urinario o en el sistema nervioso que regula el reflejo miccional.
- Determinados tratamientos farmacológicos y/o enfermedades pueden tener incontinencia urinaria como efectos secundarios.
Para establecer un diagnóstico preciso, es importante la realización de una adecuada anamnesis con una rigurosa exploración física. También es necesario una cuantificación objetiva de las pérdidas de orina, y una cuantificación del impacto psicoemocional en la calidad de vida del paciente.
El tratamiento debe abordarse de forma individualizada, contando en la actualidad con una auténtica diversidad de tratamientos de gran efectividad orientados a cada una de las patologías causantes.
La incontinencia urinaria está muy relacionada con la salud del suelo pélvico del paciente, por lo que, en su abordaje, es imprescindible una aproximación multidisciplinar donde se evalué de forma detallada la integridad del suelo pélvico y los hábitos posturales de la paciente.